Las nuevas farolas suponen un ahorro en la factura eléctrica que anualmente afronta el consistorio en
concepto de alumbrado público. Se trata de puntos lumínicos de bajo consumo, con una mayor eficiciencia y un menor coste energético.
Afirman desde el equipo de gobierno, que se han renovado sólo en este último año, más del 50% del alumbrado de todo el municipio, diciendo adiós a farolas de más de 30 años y dando paso a la nueva iluminación de la que ya disfruta el municipio. Casi todo el núcleo urbano, el Chuche y ahora los Castillejos, ya cuentan con este tipo de farolas.